Cuando hablamos de recubrimiento cerámico o coating cerámico nos referimos a la técnica que se utiliza sobre la superficie del coche para proporcionarle protección y aportarle más brillo, se trata de un cuidado extra para el vehículo. Normalmente los productos que se usan a la hora de aplicar un recubrimiento cerámico están compuestos por elementos químicos como el dióxido de sílice, el cuarzo o el titanio.
Consiste en rellenar cada uno de los poros de la superficie del vehículo a tratar, de modo que se evita que el polvo y la suciedad se incruste en dichos poros.
Podemos diferenciar diferentes tipos de recubrimientos cerámicos en función de donde lo apliquemos:
- Coating de pintura: proporciona protección a la pintura contra agentes externos, mucho brillo, protección antiarañazos, repelencia a la suciedad y al agua y facilita la limpieza de la superficie.
- Coating de cristales: uno de los mayores beneficios si aplicamos el coating de cristales es que le aporta un alto poder repelente al agua.
- Coating de plásticos: recupera el color de los plásticos, les aporta una dureza extra y los protege de los rayos UV.
- Coating de llantas: proporciona un brillo extra y mayor facilidad de limpieza.
Lo beneficios de este tipo de tratamientos son visibles desde el primer momento, tanto por el brillo y la suavidad que adquiere la superficie tratada como por las ventajas de haberle proporcionado esta protección extra, puesto que no se ensucia con tanta facilidad, frenamos su deterioro y su limpieza se vuelve mucho más sencilla.